El cuarto de guerra de Claudia Sheinbaum se encuentra inmerso en una tormenta de descontento y desafíos difícilmente superables. Mientras los rumores sobre la posibilidad de su reemplazo por García Harfuch ganan fuerza, el presidente López Obrador muestra un evidente desencanto hacia la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y sus colaboradores más cercanos.
Sheinbaum desaparece
La moral en el equipo de Sheinbaum ha caído en picada, exacerbada por la incapacidad percibida por los partidarios de Morena para defender al presidente tras el escándalo de sus nexos con el narcotráfico. La inacción aparente de Sheinbaum frente a la implacable campaña opositora “#NarcoPresidenteAMLO” ha dejado un vacío de liderazgo, mientras Xóchitl Gálvez emerge como la nueva figura prominente en la escena política.
La gira mediática de Gálvez por Washington y Nueva York ha destacado la ausencia de Sheinbaum, quien se ve reducida al silencio mientras su contraparte realiza intercambios verbales directos con López Obrador, nunca con Sheinbaum directamente. La percepción de una alcaldesa relegada y desplazada se intensifica, con Gálvez consolidándose como una suerte de presidenta de facto.
Las encuestas internas de MORENA, a pesar de los esfuerzos por maquillar la realidad, pintan un panorama sombrío para Sheinbaum. Su popularidad cae en picada, mientras Xóchitl Gálvez experimenta un ascenso imparable. Los miles de millones de pesos invertidos en manipular encuestas públicas ya no pueden ocultar la realidad evidente ante los ojos de la ciudadanía.
Futuro incierto para MORENA
En este escenario desolador, la falta de una salida visible para Claudia Sheinbaum se torna más evidente. La alcaldesa se enfrenta a un futuro político incierto, sin estrategia aparente para contrarrestar la espiral descendente de su reputación. El cuarto de guerra, lejos de ser un refugio, se convierte en el epicentro de una crisis que parece no tener fin.
La encrucijada en la que se encuentra Sheinbaum parece carecer de soluciones claras. La sombra de un posible reemplazo y la pérdida de influencia frente a Gálvez plantean preguntas sobre la viabilidad política de la actual alcaldesa. En medio de esta tormenta, el futuro de Claudia Sheinbaum se vislumbra oscuro y sin visos de una salida inminente a los problemas que la acosan.
Otro reto para MORENA: acusaciones de desvío de recursos
En el agitado escenario político de Claudia Sheinbaum, las acusaciones de desvío de recursos de la extinta Notimex hacia su campaña presidencial han lanzado una sombra inquietante sobre su gestión. La oposición, encabezada por el líder del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, ha instado a las autoridades electorales a investigar a fondo las denuncias realizadas por Sanjuana Martínez, exdirectora de la agencia estatal de noticias.
Cortés advierte que la confianza en las elecciones presidenciales podría estar en peligro, ya que Martínez afirma haber recibido presiones para destinar un porcentaje de las liquidaciones de trabajadores de Notimex a la campaña de Sheinbaum. La sorpresa radica en que Martínez, considerada cercana al presidente López Obrador, haya lanzado estas acusaciones, añadiendo un elemento de incredulidad a la controversia.
Xóchitl Gálvez, precandidata presidencial del PAN, se une a la crítica, denunciando un posible “inflado” de la campaña de Sheinbaum por el Gobierno federal. Las alegaciones de malversación de recursos públicos para respaldar a la alcaldesa, junto con las anteriores acusaciones de Marcelo Ebrard, alimentan la exigencia de una investigación exhaustiva por parte de las autoridades electorales.
A pesar de la negación por parte de la Secretaría del Trabajo y el presidente López Obrador, la incertidumbre persiste, sumando más tensiones a la ya frágil posición de Sheinbaum. En un escenario político cada vez más incierto, las acusaciones amenazan con profundizar la desconfianza ciudadana y complican aún más el futuro de Claudia Sheinbaum, que enfrenta ahora un torbellino de críticas sin una salida clara a la vista.
